Sorpresa y varias especulaciones ha causado un halo solar que se puede ver desde varios puntos de la Región Metropolitana, se trata de un fenómeno meteorológico catalogado como “común”, según los expertos.
El director de Núcleo de Astronomía de la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la UDP, Roberto Assef, explicó a Agencia Aton que la razón por la que ocurre es “porque hay nubes bastante difusas en la parte alta de la atmósfera, las que serían partículas de hielo” y su gracia “es que deflectan la luz en 22 grados”.
Como primer punto, el astrónomo dijo que “no es bueno pensar en el sol como una ampolleta de donde están saliendo rayos hacia todas partes, sino que todos los rayos del sol que vienen a la tierra llegan paralelos unos a otros”.
Entonces, continuó, “cuando nosotros miramos al cielo están los rayos del sol que nos llegan directo a los ojos, que vienen desde el centro, y hay unos que están viniendo un poco más lejos, que caerían más lejos de nuestros ojos, pero que la cruzarse con estas partículas de hielo se deflectan 22 grados”.
“Por eso se ve este halo, que, en tamaño angular, si se puede medir el ángulo que hay entre los bordes de este halo y el sol, siempre va a dar 22 grados”, de ahí que comúnmente se conozca como “el halo de 22 grados”, acotó.
Asimismo, el académico de la UDP detalló que para que ocurra este fenómeno “tienen que haber nubes delgadas, porque si son muy gruesas entonces la luz se va a deflectar más de una vez y se verán como nubes normales. La gracia es que tiene que haber suficiente hielo para que se deflecte una vez la luz, pero que después de deflectarse ya no vuelva a interceptar ninguna otra partícula de hielo”.
Assef también sostuvo que este evento es común y que con la luna también ocurre, pero que es poco frecuente que se de en Santiago debido a que pocas veces hay nubes así de delgadas.
Por otro lado, frente a especulaciones de varios, de que este fenómeno estaría vinculado con los sismos, el astrónomo fue categórico en desmentir cualquier tipo de relación.
“La mejor forma de pensarlo es que esto está ocurriendo por nubes que están en la parte alta de la atmósfera y los terremotos ocurren por la interacción de las placas tectónicas que están kilómetros y kilómetros bajo la superficie, entonces estamos hablando de dos cosas completamente distintas, que no tienen nada que ver una con la otra”, puntualizó.
