Conversó en exclusiva con Fortín Mapocho Constanza Schönhaut Secretaria General del Movimiento Autonomista (MA), para hacer una evaluación de su colectividad a la luz de los resultados de las últimas elecciones, y las proyecciones y conclusiones que de estas se derivan, al respecto y como primera aproximación la joven y bella dirigente señala: “La evaluación que hemos estado haciendo como movimiento autonomista es que precisamente el 2017 fue un año de irrupción definitiva del Frente Amplio en el escenario político y que pretende construir mayorías y no solo conformarse con ser una tercera fuerza política, y eso implica que se nos viene un gran desafío por delante”. y sobre el particular agregó: “Nuestro diagnóstico era correcto, hay un creciente malestar social, pero que no está muy politizado todavía, la sociedad chilena está pidiendo vivir mejor y el modelo neoliberal no está satisfaciendo esa necesidad, la gente nos está pidiendo nuevas formas de integración, política, económica y cultural que nos permitan vivir más felices”.
-Aparece como contradictoria esa lectura, en el sentido de que la ciudadanía expresa un descontento, pero elige un gobierno de derecha, que representa una continuidad del modelo, ¿cómo se explica eso?
-Hay que ver la pintura completa, efectivamente irrumpe el frente Amplio, pero por el otro lado gana la derecha de manera holgada, y eso se explica porque el malestar social que efectivamente existe, y que ha ido tomando fuerza con movimientos sociales, no tiene aún expresión política, por eso decía que no se ha politizado, no hay un “voto antineoliberal”, las personas votan por quien le presente una mejor salida a sus preocupaciones, a sus problemas, y en ese sentido la derecha supo leer el escenario y presentar soluciones dentro del marco que el modelo permite, construyendo un ideario de crecimiento, trabajo y seguridad, que a mucha gente le hace sentido, y que entiende que se traduce en vivir mejor, por lo tanto tenemos que asumir que la derecha que enfrentamos hoy no es la del 2010, hoy hace una lectura de la sociedad chilena, por lo que se abrirá un espacio de disputa político-ideológico muy interesante, en que la izquierda esta desafiada a crear un ideario distinto pero que recoja las preocupaciones de seguridad y estabilidad de la ciudadanía, si no lo hacemos, la derecha volverá a ganar, porque no es la derecha torpe con retroexcavadora, no es una caricatura, vemos un equipo político muy claro en los cercanos a Piñera y se nombran representantes muy claros del modelo en puestos claves, como salud, educación o el Ministerio de la mujer, por lo que es claro que la derecha está entendiendo la disputa que vamos a tener, y por ello el Frente Amplio tiene la responsabilidad de consolidarse como un actor relevante en esa disputa.
-Hay una suerte de triunfo cultural de la derecha, una instalación cultural que implica que incluso la ciudadanía en un porcentaje no menor estima imposibles o inviables cambios al modelo neoliberal, ¿cómo se lucha contra eso?
-La instalación cultural es neoliberal, pero también de la política de la transición que administró el modelo. Con la irrupción del Frente Amplio, abrimos un poco la puerta, pero nos queda mucho camino para instalar un nuevo ideario que le haga sentido a la ciudadanía, fueron muchos años de dictadura y muchos también los años de administración del modelo.
Mucho del malestar social del que hablamos encuentra un cause dentro de los margenes del neoliberalismo, así cuando hablamos de gratuidad en la educación, las personas lo apoyan, pero lo hacen porque no les alcanza para pagar, y no necesariamente porque ha asumido la necesidad de que la educación sea entendida como un derecho social.
Hay una disputa ideológica que es también cultural, que se dará de manera profunda, y en ese escenario es importante que como Frente Amplio no caigamos en una suerte de superioridad moral diciendo “bueno ahora Chile piensa distinto” o “tenemos la verdad”, sino que tenemos que actuar en el escenario que tenemos y con las condiciones que tenemos para seguir abriendo las puertas al cambio.
Hay ciertas demandas instaladas que corrieron el centro, más allá de las explicaciones políticas o sociológicas que estén detrás de ellas, se instalaron y corrieron el centro, al punto de que Piñera para ganar tuvo que aceptarlas… como la gratuidad en la educación, el matrimonio igualitario, etc, son temas que están instalados gracias al ciclo de movilizaciones, y eso es una oportunidad para el Frente Amplio.
-¿Qué es ser de izquierda hoy Constanza?
Es una buena pregunta, en el Movimiento Autonomista estamos dando una discusión similar, de cara al congreso táctico estratégico que tendremos próximamente, en orden a determinar qué es ser autonomista, y por cierto qué es ser de izquierda o revolucionario, y en mi opinión ser revolucionario hoy es ser capaces de tener un diagnóstico acucioso sobre el momento histórico en el que estamos para ser capaces de actuar para superar esas condiciones en miras a concretar un proyecto estratégico que supere el modelo neoliberal, eso tiene bajadas concretas para nosotros los autonomistas, como nuestra relación con el poder, con el Estado, como nos imaginamos la construcción de una economía distinta a la neoliberal, como entendemos la disputa del sentido común o colectivo cultural, y por eso creo que la izquierda ha sido derrotada en Chile, y por eso hablo también de las izquierdas, pues estamos en un proceso de reconstrucción, en que tenemos que hacer una síntesis de todas las trayectorias de izquierda para construir algo nuevo, y el Frente Amplio es muy importante en ese proceso. Creo que tenemos que dejar atrás al siglo XX y dejar de mirar hacia otros lados, y ser capaces de aprender de todos esos procesos, pero construir nuestro propio camino, por ejemplo, no se trata de replicar lo que hizo el Gobierno de Salvador Allende, que fue muy revolucionario al intentar una vía distinta a la tradicional de la izquierda de la época, pero debemos replicar el espíritu creativo que tuvo Allende de una izquierda que quiera lidiar con este Chile, no con el que queríamos, sino con el que existe, respetando estas distintas trayectorias e identidades, pero avanzar en la construcción de consensos comunes.
-¿Cómo nace y cual es la inspiración del Movimiento Autonomista?
-Es complejo hablar de la historia del MA, uno siempre piensa que es una linea cronológica, pero es más que eso, tiene que ver con hitos, momentos, confluencias, la estructura del Movimiento Autonomista es el resultado de un proceso “construyendo alternativa”, que no fue un proceso cerrado como los congresos de los partidos tradicionales, sino un proceso abierto con la participación de más de 3 mil personas a lo largo de todo el país para discutir sobre principios, horizontes, sobre el socialismo y lo que hoy entendemos que es, haciendo un ejercicio de ampliación de la discusión política muy interesante, y el MA es también heredero de muchas luchas sociales y políticas de los 60, 70, 80, y en el confluyen ex militantes del PS, de la DC, del MIR, independientes, etc, y por tanto somos un esfuerzo de hacer de la diversidad de estas trayectorias distintas una apuesta común que tiene una inspiración autonomista, feminista, democrática, eco-socialista, y autonomista tiene que ver con una visión táctica: Construir un actor político con autonomía de los poderes tradicionales, del poder empresarial, que eran la expresión de la transición, pero que también tiene una mirada estratégica o de largo plazo, que tiene que ver con mantener cierta autonomía del Estado como herramienta de procesamiento de la diversidad, y por eso tenemos una visión que intenta utilizar las instituciones sin institucionalizar la política, que creo es un sello del Movimiento y del Frente Amplio, no renunciamos a los espacios de poder, pero no llegamos a ellos para administrarlos, sino para transformarlos, creo que es la experiencia de Valparaíso con el alcalde Sharp, y la gestión de Gabriel Boric como diputado, y es la que queremos imprimir desde ahora con los otros diputados que asumirán en marzo, y por tanto es muy relevante construir espacios por fuera de la institucionalidad, buscando alternativas de comunidad de construcción comunitaria o colectiva, dando protagonismo a los movimientos sociales, y que no recaiga todo en las instituciones o estructuras tradicionales. El Estado es una herramienta para quienes detentan al poder, y es fácil dejarse cooptar por ese poder.
-¿Cual es la relación del Movimiento Autonomista con el poder, considerando los cargos que ostentan sus militantes, participando en el “juego del Poder” con el riego de desdibujar su esencia?
-Para eso no hay recetas… pero uno debe estar alerta, y basarse en dos principios. Primero tiene que estar muy claro porque vamos a disputar espacios de poder y cuando nos planteamos como un actor político relevante el punto es llegar al poder para distribuirlo, para socializarlo, para democratizarlo, de ahí el slogan y la idea central de la candidatura de Beatriz Sánchez “El Poder de Muchos” que se traduce en que las cosas no van a cambiar solo desde los espacios tradicionales y donde hay pocos sino que el poder debe ser socializado para construir entre todos esos cambios. Como dice mi compañero Gonzalo Winter: “El poder no le tiene miedo a las ideas radicales, le teme a que muchos se organicen para defenderlas” y por tanto, ese es un pilar central, un ejemplo del cambio de las lógicas tradicionales del ejercicio del poder es lo que se realizó en el trabajo con el diputado Boric, donde se decidió que la oficina fuera no una cede sino un espacio abierto y a pesar de los problemas con la cámara el espacio es abierto y todos pueden ir, lo que ha sido bueno para que muchas organizaciones se encuentren y vayan generando comunidad en el uso de estos espacios. El segundo principio, lo ejemplifico con una anécdota, yo estudié en un colegio municipal y me llevaron a conocer el congreso, y vi a los parlamentarios pasearse y saludarse con extrema tranquilidad y comodidad… y me chocó pues yo pensaba que en ese espacio se definía el futuro de Chile… por lo que el riesgo de equivocarse era muy grave, y por eso no podían estar tan tranquilos, desde ese día me propuse nunca dejar de sentirme incómoda en el ejercicio del poder institucional, y creo que eso debe ser un principio para todos, en el momento en que empecemos a sentirnos cómodos en el ejercicio del poder, tienen que dispararse las alertas, porque disputar el poder a los poderosos es disputarles el poder a los que están cómodos, es incomodarlos, y si nos empezamos a sentir cómodos, seremos nosotros los “incomodados” en el futuro, y este principio tiene que expresarse en concreto en nuestro trabajo legislativo, en nuestras iniciativas de Ley, en cómo y con quién las construiremos, abrir el congreso a todos los que no se han sentido importantes o escuchados en las decisiones del país.
-El Frente Amplio decidió no aspirar a la presidencia de la Cámara de Diputados para destrabar la negociación, pero esa no será la última negociación que deberán enfrentar en el congreso, ¿cómo evitar ser percibidos como uno más por la ciudadanía, porque tendrán que hacer cosas que a la gente no le gusta que se hagan?
-Uno de los principios del Frente Amplio es ir a disputar todos los espacios, pero eso tiene que estar subordinado a los objetivos, en ese sentido sirve un año de presidencia de la cámara para cambiar las lógicas con que funciona el congreso?, o sirve ser la cara visible de una institución en que nosotros no somos mayoría y por tanto se van a estar aprobando leyes que no van en la linea nuestra, nos sirve eso hoy?, y en ese análisis decidimos que debíamos concentrarnos en espacios funcionales a nuestros objetivos, como las comisiones de la cámara donde se dará la disputa ideológica que finalmente se va a expresar legislativamente, pero también queremos concentrarnos en los territorios, queremos que nuestros diputados estén conectados con su realidad local, estén trabajando en articular las organizaciones sociales, y eso se hace fuera del congreso. Este año debemos perfilarnos y mostrar cual será nuestro sello, y perdimos un mes en negociaciones estériles, esa es una alerta de que estamos siendo “procesados” o incluso “domesticados” por el poder o la institucionalidad. Debemos dibujar la nueva política que queremos hacer, y para eso debemos hablar con todos los actores sin asumir una postura meramente defensiva, ni tampoco reactiva, debemos ser un actor con iniciativa y debemos marcar pautas para no quedar subordinados a las lógicas tradicionales de la política.
-Ese hablar con todos, ¿incluye al gobierno?
-En mi opinión si, el gobierno es un actor central en el proceso político que se viene, debemos ser un actor diaolagnte con todos los actores políticos y eso incluye a la oposición, el oficialismo y por cierto al gobierno, pero debemos ser dialogantes también con los movimientos sociales, porque a veces pareciera que la política opera solo en el congreso, pero la política es más grande que eso y nosotros debemos darle protagonismo a estos otros actores.
-Hay una especie de chantaje tácito en la política nacional, cuya expresión máxima fue la declaración del candidato Guillier cuando dice: “Soy el voto natural del Frente Amplio en segunda vuelta, porque si no votan por mi, gana la Derecha”, y probablemente escuchemos algo muy parecido en las próximas elecciones municipales y de gobernadores regionales, ¿Cómo enfrentan esa realidad?
-Lo primero es que todos los partidos políticos y coaliciones están en un periodo de reconfiguración interna, en ese escenario a la Nueva Mayoría la han dado por muerta, otros quieren recomponerla, pero hay que ver con calma como se decanta ese proceso, porque si alguna vez existieron las llamadas dos almas de esa coalición, en este proceso terminarán por expresarse, nosotros no vamos a ser un actor político que esté dispuesto a administrar el mismo modelo en los mismos términos que se ha venido haciendo, de ahí, en los debates que hemos dado públicamente, y también con la nueva mayoría hemos sido muy claros en eso, además se equivocan quienes creen que las polaridades que le importan a Chile hoy son la Izquierda y la Derecha, a las personas les importa vivir bien o mal y quien sea el actor que tenga mayor capacidad para dar una respuesta que le permita vivir bien a la gente va a triunfar, y el deber del frente Amplio es fortalecerse como actor, para precisamente instalar este diagnostico, instalar una apuesta política, que ya no solo sea una suma de demandas, y que a partir de ella vaya generando un ideario distinto de sociedad, un imaginario distinto, si a esa apuesta quieren sumarse otros actores, bienvenidos, pero si la Nueva Mayoría de aquí a dos o tres años más sigue con la lógica de “todos contra la Derecha”, significa que irá camino a su fracaso y extinción.
Finalmente Constanza reflexiona sobre las nuevas formas de participación de la ciudadanía en política, en el entendido de que es necesario que la política sea más cotidiana para los ciudadanos, más normal en su vida: “Tenemos que generar, más allá de los partidos tradicionales, espacios más flexibles, más locales o puntuales, tenemos que potenciar todas las formas de empoderamiento, que nos permitirán ir teniendo una participación política más diversa, la opción del Frente Amplio de ser mayoría en el futuro es convocar a más personas y grupos a la política y no solo disputar los votos que ya existen”.