Encuentro se produjo 28 días antes de que el senador UDI saliera sin condena de la investigación por financiamiento irregular de la política.
Solo 28 días pasaron entre la reunión que el entonces senador Hernán Larraín le pidió al fiscal nacional, Jorge Abbott, para hablar sobre la situación en el caso Penta de su par Iván Moreira, y la decisión del Ministerio Público de otorgar al parlamentario una suspensión condicional del caso Penta, que lo liberaba de una eventual condena.
Según consta en la agenda de Abbott, el lunes 18 de diciembre de 2017, a las 12.30 horas, recibió en su oficina al ahora ministro de Justicia. Y fue el día 15 de enero siguiente que el fiscal regional Manuel Guerra solicitó audiencia para suspender condicionalmente a Moreira.
La reunión se suma a la que el domingo Abbott admitió haber sostenido también con Larraín y el abogado Mario Zumelzu, mientras aspiraba al cargo de fiscal nacional a fines de 2015.
Respecto del encuentro ocurrido en diciembre, y que quedó en los registros de Transparencia Activa de la agenda de Abbott, desde la fiscalía precisan que fue Larraín quien lo solicitó.
“La reunión, que fue solicitada por el entonces senador Hernán Larraín el día 15 de diciembre de 2017, a través del formulario de solicitud de audiencias de la Ley 20.730 de Lobby, se realizó el día 18 de diciembre de 2017, en dependencias de la Fiscalía Nacional, a la que también asistió la directora de la Unidad Especializada Anticorrupción, la abogada Marta Herrera”, señalaron desde el Ministerio Público.
Y agregaron: “De acuerdo a lo señalado en la propia solicitud del señor Larraín, el objetivo de la reunión fue abordar la situación que afectaba al senador Iván Moreira. Cabe hacer presente que la reunión y el motivo de ésta se encuentran publicadas en la página web del Ministerio Público www.fiscaliadechile.cl, en su sección Transparencia, la que por ley es actualizada todos los meses”.
La reunión -cuyo motivo no figuraba ayer en el portal web mencionado por la fiscalía– se concretó días después de que el ahora ministro Larraín, junto al senador Andrés Allamand, habían enviado una carta a Abbott para pedirle que el proceso de Moreira fuera acelerado. Esto, en virtud de un asunto que caló profundo al interior del Ministerio Público y que luego Abbott tomó como argumento: que su desafuero afectaba los quórum del Senado.
“Creemos que es importante, luego de ya más de dos años de proceso, que este termine lo más pronto posible”, decía la carta de Larraín y Allamand, junto con argumentar que esto se sugería “en atención de la conveniencia de afectar lo menor posible los quórum necesarios”.
La carta de los senadores fue respondida por Abbott el 26 de enero, después de la reunión, señalando que por su parte no era posible acceder a lo solicitado, puesto que era el fiscal regional Oriente, Manuel Guerra, quien tenía la facultad de dirigir la causa, de la cual, además, Abbott se había inhabilitado por su parentesco con Alfredo Moreno, exejecutivo de Penta. Con todo, Abbott reenvió la carta de los senadores al fiscal Guerra a cargo del caso.
Así, la ofensiva de los senadores que Larraín reforzó en su cita con Abbott quedó plasmada en la solicitud de suspensión condicional que Guerra y el abogado de Moreira, Gabriel Zaliasnik, pidieron en enero. En un otrosí, esa petición decía: “Atendido que, como consecuencia de desafuero del H. senador Iván Moreira, este se encuentra actualmente suspendido de su cargo, alterando el quórum y el funcionamiento del Senado (…) solicitamos considerar la fecha más próxima posible dentro del presente mes de enero para llevar a efecto la audiencia referida”, dice el escrito.
El argumento también fue parte del reciente discurso de la cuenta pública de Abbott, al señalar que “los fiscales debemos estar conscientes de que nuestras decisiones pueden impactar el funcionamiento de otras instituciones, como el Congreso Nacional, si es que afectan los quórums de votaciones legislativas”, dijo.
Fuente: latercera.com
