Los ex ministros de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre y Rodrigo Valdés cuestionaron la metodología usada por las actuales autoridades de la cartera para calcular los gastos no provisionados por US$5.500 millones que denunció el actual titular, Felipe Larraín. En todo caso, los ex secretarios de Estado de Bachelet admitieron la gravedad del financiamiento del sector Salud.
Los tres asistieron hoy a la comisión mixta de presupuestos que analizó la denuncia de Larraín. En su intervención, el ministro reiteró que detectó mayores gastos que no estaban provisionados en el actual presupuesto, que no tienen financiamiento y que el grueso de estos corresponde a salud. Eyzaguirre y Valdés retrucaron al actual ministro.
Eyzaguirre dijo que “es evidente que hay partidas que ha habido dificultad para resolverlas. Hay presiones al alza y a la baja también. Esto es un test de estrés y no una línea base de proyección”, para luego afirmar que la intención es degradar la administración anterior.
Añadió que “el tema de salud es recurrente desde el 2010. Llama la atención que el presupuesto real del ministerio ha crecido en 72% y el gasto ejecutado ha crecido en 72,6%. Conforme se hacen esfuerzos por incrementar los recursos, el gasto sube de igual forma, así nunca se cierra la brecha. Esto requiere una discusión de fondo. El sobregasto no corresponde, estamos de acuerdo y hay que buscar una forma para resolverlo.
El ex ministro valoró que Hacienda dé a conocer esta situación, pero cuestionó la sobrevaloración del problema. “Cuando se tiene 72 mil millones de dólares de presupuesto, ver partidas sobreejecutadas es normal. Es la tarea de esa cartera buscar los equilibrios y encontrar dineros para solventar esos problemas”.
En tanto, el ex ministro Valdés se refirió a los cuestionamientos a la metodología. “En cada ítem se mostraron números pero no sabemos la metodología que hay detrás. Por ejemplo, respecto de planes de empleo o catástrofes. Se necesitan saber también las desviaciones a la baja de algunas partidas y las subejecuciones presupuestarias que se hicieron”, explicó.
“En el caso de salud, tratamos de solucionar el problema del sobregasto. La complejidad y tamaño de los hospitales que se construyeron, sufrieron por esto porque no había espacio fiscal para acomodar ambas cosas. Lo que importa es el neto y no las cifras brutas”, enfatizó.
Reconoció que en su gestión se intentó resolver el sobregasto en salud. “No es llegar y decir ‘¡saquen esta persona porque sobreejecutó!’. No es un problema de poner más plata. El problema es que este sector no se ajusta al presupuesto que se le asigna”, advirtió.
Por su parte, el ex director de Presupuestos, Sergio Granado, observó que “la ejecución del erario es un 25% el primer trimestre, lo que indica que a esta fecha va en línea con lo aprobado. Lo que puede suceder es que se tenga una diferencia entre lo devengado y el gasto que están haciendo los servicios de salud. Esto no quiere decir que no hay un sobregasto. Hay que gestionar esto”.