Un transportista escolar de Castro, Provincia de Chiloé, quedó en prisión preventiva tras ser formalizado por su participación en al menos ocho casos de abuso sexual de menores, aunque el tribunal sólo admitió tres y las restantes las consideró ofensas al pudor.
Tras la audiencia, el fiscal jefe de Castro, Enrique Canales, dijo que con “los antecedentes que se lograron recabar ha quedado meridianamente claro que a lo menos 3 de estas víctimas sí han sido sometidas a delitos de abuso sexual infantil”.
Respecto de los cinco casos restantes, “el tribunal desestimó esa calificación jurídica, entendiendo que podría estar frente a una figura de menor reproche penal como es una ofensa al pudor”.
Al finalizar la audiencia realizada en el Juzgado de Garantía de Castro se fijó un plazo de 60 días para el desarrollo de diligencias investigativas.
“Es una investigación de suyo compleja, que se inició el día martes pasado en la que ha estado trabajando la policía experta de la que disponemos en la provincia de Chiloé, la Brigada de Delitos Sexuales”, señaló el representante del Ministerio Público castreño.
También enfatizó que la Fiscalía Regional de Los Lagos “ha dado énfasis a la necesidad de perseguir con objetividad y firmeza este tipo de delitos que afectan a los más vulnerables como son nuestros niños”.
Los hechos formalizados se remontan al año 2016 y se extienden hasta abril de 2017 y de acuerdo al relato efectuado por la Fiscalía, el imputado W.M.M.T. se desempeñaba como conductor de un transporte escolar que atendía a niños de una escuela rural.
Aprovechando los momentos en que se encontraba a solas con los niños, el sujeto les efectuaba tocaciones de carácter sexual.