El candidato presidencial del PRO, Marco Enríquez-Ominami, presentó hoy su propuesta en materia de infraestructura a los colegios públicos, asegurando que de llegar a ser electo como mandatario, se inyectarían 100 millones de pesos para cada colegio en este ítem.
“En el próximo gobierno, en cuatro años, inyectaremos 100 millones de pesos por cada liceo. Los grandes abandonados han sido los liceos públicos, este gobierno con buena intención, pero equivocadamente, priorizó el debate sobre los colegios particulares subvencionados y abandonó el debate de los liceos. Como Presidente yo quiero partir por lo público. Mejorando los liceos públicos muchos papás dejarán de buscar a los particulares subvencionados”, remarco.
En este sentido, el ex parlamentario sostuvo que “una idea simple que en una imagen se refleja como que los baños de los liceos sean iguales a los del mall Costanera Center. El derecho a tener una infraestructura digna y decente es el primer paso para la educación pública”.
Además, Enríquez-Ominami anunció que “queremos profesores motivados. Proponemos que haya menos horas lectivas para que tengan más espacio para preparar las clases. En tercer lugar, hay que repensar la PSU porque mata el aula y al profesor, lo arrincona. Nuestros hijos van a ramos en tercero medio que se llaman Ensayo PSU. Queremos un nuevo sistema de medición que resignifique el aula e incorpore a los estudiantes. Ahí los profesores son grandes protagonistas”.
El presidenciable precisó otras medidas complementarias para fortalecer la educación en Chile e indicó que “queremos que de manera inédita 10 mil profesores se capaciten en el país que ellos estimen como el más preparado. Miles de profesores saldrán hacia adelante en la capacitación continua que ellos tanto reclaman”.
En dicho contexto, ME-O aseguró que le pondría fin al copago, señalando que “no nos parece que la selección de estudiantes se mantenga por esa vía, que se busque una fisura para abrir una puerta que nos haga volver a un sistema que humilla a los hijos e hijas de Chile. Hasta hace poco en Chile, el matrimonio de los papás era un plus para los estudiantes, pero no es verdad. Todos nuestros hijos son iguales ante el conocimiento”.
Como última medida, el candidato señaló que en gobierno trabajará por “la gratuidad total y absoluta desde las salas cuna, pasando por los liceos, la educación técnico-profesional y también en las universidades. Me alegro que los más férreos adversarios de la gratuidad hoy cambiaron de discurso. Reconocen que la educación debe ser gratuita. Yo creo que las universidades deben ser públicas, gratuitas y de calidad, laicas. Existirá una reforma gradual que nos permita avanzar en ese camino”.