El nuevo comandante en Jefe del Ejército, general Ricardo Martínez Menanteau, confirmó en 2016 que la Central Nacional de Informaciones (CNI) de Pinochet quemó sus archivos de los años 1980 a 1982, incluyendo una carpeta de la investigación al ex Presidente Eduardo Frei Montalva.
El 11 de agosto pasado, el ministro en visita de la Corte de Apelaciones de Santiago, Alejandro Madrid Crohare, dictó acusación en contra de seis implicados –en calidad de autores, cómplice y encubridores, respectivamente–, en el delito de homicidio del Presidente Eduardo Frei Montalva, acaecido el 25 de enero de 1982, mientras estaba internado en la Clínica Santa María. Habría sido envenenado por agentes del régimen militar.
Según radio ADN, el 3 de enero de 2016, el entonces jefe del Estado Mayor General del Ejército, Ricardo Martínez Menanteau, firmó un documento reservado con los resultados de una investigación sumaria administrativa a los archivos de la CNI como también a los de la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINE) del período señalado.
“Como resultado de los hechos investigados, se concuerda con lo dictaminado en la Investigación Sumaria Administrativa, en el sentido de que se puede confirmar y acreditar con certeza la inexistencia de información de inteligencia y contrainteligencia archivada entre los años 1980 y 1982”, concluyó el informe.
Entre sus párrafos destacados, se cuenta que “resulta absolutamente antirreglamentaria la inexistencia de información de inteligencia y contrainteligencia anteriores al año 2001, siendo reprochable y objeto de sanciones la destrucción sin la confección de la correspondiente acta de incineración”.
Otro afirma que los archivos “de la Central Nacional de Informaciones no contenía materias de operaciones de inteligencia y que, encontrándose microfilmada, fue incinerada sin la confección de actas de incineración”.
Además, resalta que “se incumplieron las disposiciones reglamentarias referidas al manejo, archivo y destino de la documentación de inteligencia, sin que se vislumbre la razón o motivos para ello, sumado a lo anterior la existencia de disposiciones orales o escritas sobre la materia”.
“No ha sido factible determinar su destino en razón de la inexistencia de pruebas físicas que permitan sostener su existencia, lo anterior demostrado por la documentación solicitada a DINE y las correspondientes declaraciones testimoniales que avalan dicha documentación”, se indicó en otra parte del documento.
Según el informe, la revisión completa del archivo pasivo de la DINE confirmó “oficialmente la inexistencia” de archivos correspondientes a los años 1980-1982, “así como una carpeta investigativa referida al expresidente de la República, don Eduardo Frei Montalva”.
También estableció que no fue posible establecer cómo los documentos se perdieron, “ello en razón a que no existen pruebas físicas de su existencia y de haber existido, no se ha podido determinar su lugar de archivo, eventual microfilmación, personas que intervinieron en ello, circunstancias y pormenores de su confección, catalogación, archivo y destrucción”.
Por lo mismo, añadió, “no resulta factible determinar responsabilidades administrativas respecto del manejo de la documentación pasiva de DINE”, ya que “se desconoce la existencia real y efectiva de la documentación que conforma la respectiva investigación”.
“En ese sentido, los antecedentes de más antigua data corresponden al mes de abril del año 2001, encontrándose total y absolutamente extinguida cualquier responsabilidad por prescripción de la acción administrativa”, agregó el documento.
Asimismo, advirtió que “cualquier sanción disciplinaria (…) e incluso la responsabilidad penal por la eventual ocurrencia de un crimen o simple delito (…) resultaría imposible de aplicar”, ya que los responsables de la custodia, catalogación, archivo e incineración de la documentación, “se encuentran en su totalidad en situación de retiro de la institución” y “resulta de público conocimiento institucional el fallecimiento de varios de ellos”.
“Por ello, sin perjuicio del evidente reproche ético y moral que pueden merecernos la ocurrencia de estos hechos, los que obviamente contravienen a la Doctrina Institucional en lo más profundo de su ser, no es posible llegar a otra conclusión que la ya mencionada”, enfatizó el documento firmado por el ahora comandante en jefe del Ejército.