Esta mañana, la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), en voz de su presidenta, Bárbara Figueroa, denunció supuestas presiones por parte de empresarios y directivos de municipios para que funcionarios y trabajadores concurran a votar este 17 de diciembre en segunda vuelta por el presidenciable Sebastián Piñera y sean apoderados de Chile Vamos.
De no hacerlo -acusa la CUT-, a algunos trabajadores se les ha amenazado con despidos. Lo anterior, vendría a sacar a ala luz pública una vieja práctica del empresariado derechista de amenazar a sus empleados con despidos, como forma de “chantaje”, para influenciarlos en sus preferencias políticas. Lo mismo estaría ocurriendo en algunos municipios de la oposición, como Puente Alto, Maipú, entre otros, según la gremial.
“Se aprecia esto, particularmente, en municipios de derecha y en el mundo privado, donde se les está señalando a los trabajadores de manera agresiva e, incluso, poniendo en tensión la posibilidad de mantener el empleo (…) Se le está exigiendo no sólo que participen, sino que ademas hagan acciones particulares por una candidatura en específico”, critica Figueroa.
Sobre lo mismo añade: “Se les está obligando a trabajadores y trabajadores a ser apoderados de Chile Vamos este domingo y que, de no concurrir en esta acción, ellos van a ser despedidos a la semana siguiente de sus trabajo. Se les está avisando, abrúptamente, que vayan a votar y que respalden sólo a Piñera, o si no, no se les da permiso para ir a votar”.
Esta denuncia, la CUT la efectúa previo al cierre de campaña y a días de la elección de segunda vuelta del próximo domingo 17 de diciembre.
“Acá se trata de chantajear a los trabajadores, para apoyara un candidato. Y eso, no corresponde en democracia (…) Las empresas deben actuar con responsabilidad y terminar con estas campañas del terror”, señala. Por lo mismo, añade: “El llamado es a que los trabajadores voten en conciencia, porque su voto es secreto”.
Finalmente, la jefa de la CUT, indica: “Estaremos a disposición y que seremos una voz de alerta frente a estas presiones indebidas. Por eso, los trabajadores deben estar tranquilos. No sientan temor y participen en conciencia. Voten informados. Ningún empleador puede opacar ese derecho a sufragar ni presionar a ningún funcionario o empleado”.