La Corte Suprema eligió este viernes a su nuevo presidente por el periodo 2018-2020 en reemplazo de Hugo Dolmestch, quien culminará su mandato en los primeros días del próximo año. La previa de la contienda estuvo marcada por la incertidumbre respecto del nombre del futuro nuevo mandamás del máximo tribunal, pues si bien en un primero momento se habló de la magistrada Rosa María Maggi como una de las cartas, finalmente el Pleno llegó a consenso por Haroldo Brito, informa Emol.cl.
Según este medio, el juez lleva 10 años en el máximo tribunal y por antigüedad le correspondía el cargo e incluso se había mostrado interesado en ejercerlo, sin embargo, su relación con la fiscal judicial Lya Cabello provocó críticas entre sus pares y dudas sobre si habría votos a su favor. Brito tiene 69 años y estudió Derecho en la sede Valparaíso de la Universidad de Chile –hoy Universidad de Valparaíso- y en 1975 debutó como juez de Letras de Los Andes.
Al año siguiente asumió como relator de la Corte de Apelaciones de Santiago, donde estuvo hasta 1980, cuando asumió como juez del Quinto Juzgado del Crimen de Valparaíso. En 1984 pasó a ser magistrado del Segundo Juzgado del Crimen de Santiago y en 1989 ejerció como fiscal suplente del tribunal de alzada capitalino y relator de la Corte Suprema. Ya en 1996 pasó a ser ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago, la que presidió en 2008. En junio de ese año fue nombrado como nuevo ministro de la Corte Suprema.
En 2008 también ostentaba la presidencia del Instituto de Estudios Judiciales y fue galardonado por sus pares como el mejor juez del país. Entre los hitos de su carrera judicial también se encuentra la polémica cena que tuvo en 2003 con el entonces ministro del Interior José Miguel Insulza, en medio del escándalo de los casos MOP-Gate y Coimas, siendo además presidente de la Asociación de Magistrados, lo que originó fuertes críticas de la Alianza.
En materia judicial, siempre votó por desaforar a Pinochet, y ha sido contrario a la amnistía en DD.HH. En otro ámbito, falló a favor de la entrega de la píldora a jóvenes de 14 años
