Entrevista Exclusiva

Senador Francisco Chahuán: “Evo Morales está hipotecando la relación con Chile”

En exclusiva conversó con Fortín Mapocho el senador  de Renovación Nacional que representa a la región de Valparaíso, Francisco Chahuán, el legislador reelecto en las pasadas elecciones de noviembre con la mayor votación del país abordó diversas materias de la contingencia nacional e internacional.

En primer término el senador Chahuán comentó el desarrollo de los alegatos, ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, en el marco de la demanda marítima boliviana, y la publicación de hoy aborda justamente esta temática, en los próximos días publicaremos una segunda parte en que aborda la contingencia nacional.

Consultado por su opinión sobre lo que hemos visto desde Holanda los últimos días señaló:

“Hemos visto un sólido despliegue de los argumentos jurídicos de Chile en la Corte Internacional de La Haya, pero además se han incorporado elementos discursivos nuevos, como calificar los alegatos bolivianos como acrobáticos, que refleja lo disperso de esa argumentación, al recurrir a una serie de episodios que serían fuentes de una supuesta obligación de Chile de sentarse a negociar. Chile ha demostrado que sigue plenamente vigente el tratado entre ambos países del año 1904, que fija a perpetuidad los límites entre Chile y Bolivia, pero además Chile va a demostrar que los documentos invocados por Bolivia no constituyen actos jurídicos unilaterales que puedan generar obligaciones para quiene las emiten según la doctrina del Derecho Internacional, por cuanto, para que ello fuera así, esos actos jurídicos unilaterales deben cumplir dos requisitos, ser suficientes y autónomos, y ninguno de los episodios reseñados en la memoria boliviana cumplen esos requisitos, por ejemplo cuando el Presidente Chirac de Francia anuncia que su país ya no desarrollará pruebas nucleares en el Atolón de Mururoa, ese acto cumple esos requisitos, porque es suficiente, no requiere el pronunciamiento de ningún otro Estado, y es autónomo, es decir, fue por propia voluntad de Estado francés, en el caso de las declaraciones de Chile en que a través de la historia manifestó su buena voluntad de escuchar las demandas bolivianas, ninguna de ellas cumplen con esos requisitos, pues siempre han necesitado el pronunciamiento de un tercer Estado que es Perú, por tanto jamás pudieron ser suficientes, y además ninguna de ellas cumple los requisitos de la Convención de Viena de los tratados, para considerarlas como tales, y por tanto, fuentes de obligaciones internacionales. Por el contrario, en los alegatos hemos demostrado que por ejemplo en el intercambio de cartas y conversaciones de 1950, hubo intercambio de borradores desde 1948, y el Gobierno del Presidente Gonzalez Videla se negó expresamente a incluir términos que pudieran considerarse que lo que se discutía fuera un tratado, siempre ha habido por parte de Chile la voluntad de escuchar las demandas bolivianas, pero jamás un acto jurídico unilateral que reuniera las condiciones para generar obligaciones internacionales para nuestro país, ni tampoco se generó nunca un tratado entre ambos Estados, por tanto debiéramos estar muy tranquilos”.

Consultado acerca de la critica recurrente a la posición chilena en la materia, esto es, basar la defensa solo en argumentos jurídicos descuidando un relato histórico y comunicacional, así como la política, que han sido armas usadas hábilmente por nuestra contraparte boliviana el senador RN expresó:

“Justamente en eso los alegatos chilenos se han destacado, pues han demostrado que las tésis bolivianas han ido divagando, tratando de buscar recovecos en la argumentación chilena y tergiversando la historia para encontrar alguna fuente de obligaciones internacionales. Evo Morales está hipotecando la relación de nuestros pueblos, instrumentalizando la relación bilateral, para la política interna de Bolivia, usa la demanda marítima y a la Corte de la Haya para hablarle a los bolivianos, para conseguir modificar su carta fundamental a objeto de reelegirse indefinidamente, y hemos visto como un gobierno populista se trata de aferrar al poder, el proyecto de Estado plurinacional fracasó y no tiene un sucesor político, incluso la oposición boliviana ha denunciado la demanda como un artilugio para influir en la política interna del país. En este contexto los alegatos chilenos expondrán fuera de toda duda la inconsistencia de la demanda boliviana, recordemos que primero se habló de derechos expectaticios, luego hablaron de los actos jurídicos unilaterales, luego de las obligaciones de conducta y resultado, y finalmente apelan a una solución ‘en justicia’ sin alterar el tratado de 1904, lo que devela la debilidad argumental en términos jurídicos de la demanda boliviana, y que solo trata de victimizar a Bolivia frente a Chile que es tildado como el ‘carcelero de Bolivia’ culpando a nuestro país de todos sus males, olvidando que tienen acceso al atlántico y no lo han usado, así como tampoco pudieron tener un puerto cuando tuvieron costas en el pacífico, y tergiversando la historia presentando a nuestro país como quien provocó la guerra, en circunstancias que Bolivia, preparando una guerra con Chile, firmó un pacto militar secreto con Perú, olvidando que la ocupación militar de Antofagasta por tropas chilenas fue recibida por vítores del 80% de la población que era justamente chilena, y que se desarrolló sin disparar un solo tiro, y que está se desencadenó por el incumplimiento de un tratado sobre tributos a las empresas chilenas por el Estado boliviano”.

Sin pedirle que anticipe el fallo de la Corte Internacional de Justicia, ¿cuales son los posibles escenarios que usted avisora?

La excepción preliminar restringió la pretensión boliviana, por lo que no se puede garantizar como resultado una obligación de resultado, y no se puede alterar el tratado de 1904, por lo que debemos estar tranquilos, si no se acogiera nuestra tésis representaría una amenaza a las fronteras y la estabilidad de todo el orbe.

El paso que dio Evo Morales fue audaz, por cuanto si la Corte no acoge su pretensión, se acaba la hipotética sustentación jurídica para demandar una salida soberana al mar y se consolidaría la intangibilidad del tratado de 1904, que dicho sea de paso, Chile ha cumplido mucho más allá de las obligaciones que por este contrajo, Bolivia tiene acceso al mar como ningún otro país mediterráneo tiene en el mundo.

 

 

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