La Seremi de Salud Metropolitana reiteró hoy que la silicona líquida está prohibida en las salas de clases, por lo cual llamó a los padres y apoderados a abstenerse de comprar este producto.
La seremi (S) Marta Zamudio realizó esta mañana una fiscalización en el barrio Meiggs, inspeccionando la venta, disposición y rotulado de la silicona.
Como resultado, la autoridad sanitaria encontró algunos productos de silicona con información insuficiente en su etiquetado y ordenó su retiro inmediato desde las vitrinas de los locales fiscalizados.
Reiteró que este producto no debe estar junto a útiles escolares, ya que la normativa señala que no es un útil para los estudiantes.
“Queremos que nuestros niños utilicen artículos escolares que no pongan en riesgo su salud ni su seguridad”, afirmó.
La seremi recomendó a los padres informarse antes de comprar, adquirir los productos en lugares establecidos y revisar el etiquetado que, en el caso de la silicona, debe señalar claramente sus componentes y riesgos asociados.
Durante el 2016 a nivel nacional, se presentaron 155 casos de menores de edad intoxicados por silicona líquida, según cifras del Centro de Información Toxicológica de la Universidad Católica (CITUC).
Este producto contiene metanol, un compuesto químico altamente tóxico. Si se inhala provoca náuseas, mareos y problemas digestivos y en el caso de ser ingerido puede producir un envenenamiento.
El metanol actúa sobre el sistema nervioso central y ocular, causando ceguera, daño hepático y neurológico e incluso puede provocar la muerte.
Zamudio es enfática al señalar que “la silicona líquida no es un artículo escolar”, por normativa del Ministerio de Salud, que está prohibida su venta a menores de 18 años y prohibido su uso en actividades docentes de establecimientos de enseñanza pre-básica, básica y media del país.
Además, por sus características de inflamabilidad y toxicidad, no puede estar exhibido como artículo escolar, porque induce a la compra del producto y confunde a los padres. Tampoco puede ser vendido para uso escolar ni ser solicitado en las listas de útiles escolares.
La recomendación para aquellos padres que hayan adquirido el pegamento es no dejarlo al alcance de menores de edad, para evitar que ellos tengan contacto con un producto que puede resultar ser muy dañino, cuando no se usa correctamente.