AudtoríaLa bala que provocó la muerte del cabo Oscar Galindo provino de una subametralladora UZI 9mm, según las primeras indagaciones (aunque el joven detenido por el hecho asegura que fue una pistola 9mm). Si fue una UZI, ésta es un arma prohibida para el uso civil en Chile. Ello pone el acento en las armas que hoy están en poder de la delincuencia y cómo la autoridad aborda el problema. Parece que hasta el momento, al menos en lo que compete a Carabineros, la institución ha reprobado el examen. Incluso hace pensar que quizás la muerte del cabo Galindo podría no haber ocurrido.
Una auditoría que realizó Contraloría a la Zosepcar (Zona de Seguridad Privada, Control de Armas y Explosivos, dependiente Carabineros a través de la Dirección Nacional de Seguridad y Orden Público) y cuyo informe se evacuó en octubre pasado, fue demoledora: la entidad, que incluye al OS-11, “no tiene sistemas de control de las armas que recibe de forma voluntaria de particulares, las puestas a disposición de tribunales y las decomisadas”. Tampoco ejerce control de las multas que debían ser aplicadas por las entidades fiscalizadoras y lo más grave, la base de datos de las armas inscritas que debe llevar el OS-11 están desactualizadas desde 2011, lo que es fundamental para que Carabineros realice las fiscalizaciones correspondientes.
Como si fuera poco, el informe de Contraloría suma otro capítulo que da cuenta de la inconsistencia de las cuentas por 110 millones de pesos de la Zosepcar, con giros de pagos que no fueron a las reparticiones correspondientes, sino incluso a algunos particulares que ni siquiera prestan servicios a la institución.
Según el Presidente Sebastián Piñera, tras el lamentable homicidio del Cabo Galindo, en Chile hay 800 mil armas pero se desconoce cuántas están en manos de delincuentes. Lo más grave: un porcentaje de ellas son de uso militar. Una subametralladora UZI 9 mm, como la que se presume se uso contra el carabinero, dispara hasta 900 balas por minuto.
No se sabe aún de dónde salió el arma que acabó con la vida de Oscar Galindo, pero a lo mejor, si la institución hubiera tenido en regla los procedimientos y controles de la Zosepcar, hoy los propios carabineros, el gobierno y la ciudadanía no estaría lamentando su muerte.
