Según informó hoy el Banco Central, su Consejo decidió -en la pasada reunión del 14 febrero- mantener la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 3,25%, aunque adelantó una posible reducción en el corto plazo al estimar que “en el escenario más probable, se hará necesario incrementar el impulso monetario en el corto plazo”.
En esa cita varios consejeros habrían llamado la atención acerca de la debilidad de la actividad económica interna, indicando que esas cifras eran difíciles de interpretar, por la coexistencia de factores cíclicos con eventos más puntuales.
Pero, de acuerdo a las minutas de la reunión, el Consejo también evaluó un recorte de 25 puntos para estimular la economía, señalando que las opciones de mantener o recortar se enmarcaban en el contexto de que era necesario completar en el corto plazo el ciclo de ampliación de estímulo propuesto en el último Informe de Política Monetaria (Ipom).
“Mantener la TPM y el sesgo a la baja tenía la ventaja de que no requería entregar mayor precisión respecto del nivel donde se estacionaría la TPM en los meses siguientes”, consta en los registros del Consejo del Banco Central.
Esas opciones analizadas por órgano del ente rector de la economía nacional proporcionaban flexibilidad, al tener en cuenta que en la reunión de marzo parte importante del análisis de las proyecciones estaría en proceso, “con lo que se tendría mejores antecedentes para delinear la trayectoria futura de la TPM”.
La determinación en cierta medida causó sorpresa en el mercado, pues estaba dividido respecto de si el Central bajaría la tasa de interés a 3% o postergaría esa decisión hasta la reunión de política monetaria de marzo, sobre todo si se considera que redujo la tasa de interés por primera vez en más de dos años, al bajarla de 3,5% a 3,25%.
