Para tal fin, la congregación vaticana nombró como visitadora apostólica a la hermana Rosario Alonso, quien será apoyada en esta tarea por el padre Maurizio Bridio.
Durante la visita apostólica, que se inició ayer y se prolongará por “algunos meses”, serán escuchadas las religiosas que pertenecen o que han sido parte del instituto del Buen Samaritano, así como las personas particularmente vinculadas a él.
La finalidad de la visita apostólica es “recoger información necesaria para un conocimiento profundo de la Institución y de transmitirla a la Santa Sede, en vista de las decisiones que se considere oportuno tomar”, señaló un comunicado.
En julio pasado, en un reportaje del programa Informe Especial, un grupo de exmonjas de las Hermanas del Buen Samaritana de Talca, aseguró haber sido víctimas de abuso sexuales.
El 3 de agosto, reconoció que se estaba realizando una investigación canónica tras las denuncias de las exreligiosas y lamentó los abusos denunciados.
“Estos últimos días hemos tenido momentos de mucho sufrimiento como Congregación de las Hermanas del Buen Samaritano. Hermanas que pertenecieron a nuestra Congregación han hecho acusaciones en medios de comunicación social, algunas de ellas muy graves. El sufrimiento de ellas nos duele y nos lleva a tomar medidas para evitar que situaciones como esas se vuelvan a repetir”, señaló una misiva.
“Estas acusaciones deben ser investigadas y estudiadas, para que aquellas prácticas que son verídicas sean sancionadas debidamente, y para descartar aquellas denuncias que se alejan de la verdad. Esperamos tener la oportunidad de aclarar el contenido de esas acusaciones, las cuales aún no han sido verificadas por dictamen alguno”, añadió.