De acuerdo a los datos entregados por la PDI, la mujer sentenciada a cinco años de prisión estaba bajo seguimiento constante y vigilada en los últimos días, luego que se confirmara su presencia en una parcela de Isla de Maipo.
Juan Prado, comisario y jefe (s) de la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales (Bipe), detalló que la detención Guerra se realizó en un operativo que se concretó en horas de esta mañana y donde la mujer intentó darse a la fuga.
“Realizamos diversas técnicas porque ella se cambiaba de domicilio constantemente. También se mantenía oculta en su domicilio, ya que ni siquiera salía a comprar. (…) Ella procedió darse a la fuga por los patios, pero no logró avanzar mucho”, dijo el comisario Prado.
El oficial detalló que la mujer no pasaba más de un año en un domicilio particular, cambiándose de apariencia física de manera constante, realizando algunos trámites a través de su pareja, que finalmente fue el nexo que utilizó la PDI para dar con su paradero.
“Cuando algunos documentos son olvidados por ella en un domicilio en Calera de Tango, la persona que llegó a arrendar ese lugar encontró estos documentos y se contacta con nosotros. Es ahí donde nosotros establecemos la identidad de pareja de Natalia y procedemos a realizar el trabajo investigativo de esta persona”, precisó el comisario.
Con esta detención culmina el caso que se inició en noviembre de 2012 cuando un grupo liderado por Ramón Castillo, alias “Antares de la Luz”, realizó un ritual para sacrificar al hijo recién nacido de Natalia Guerra.
Tras ello y cuando se inició la investigación policial y judicial, Castillo huyó a Perú donde se suicidó.
Otro de los integrantes de este grupo fue Pablo Undurraga, quien fue condenado como autor de homicidio calificado.
El resto de los integrantes, María del Pilar Álvarez, David Pastén, Carolina Vargas, Josefina López y Karla Franchy fueron condenados a 3 años de libertad vigilada intensiva por su participación en calidad de encubridores del delito de homicidio calificado.
