Ya van 12 días de movilizaciones sociales a nivel nacional que exigen cambios profundos al sistema, las principales están asociadas a una mejor calidad de vida, a través de las mejoras en sueldos, cambios al sistema de pensiones, isapres, salud, bajos sueldos, educación y tantos otros que aquejan a millones de compatriotas.
Este es el momento en que Chile espera que sus líderes y referentes den la cara y realicen los anuncios necesarios que permitan dar término a la desigualdad desbordada que afecta a los chilenos.
En el marco de las discusiones a nivel nacional, ayer se realizó un cónclave en la Sofofa, que contó con la presencia de más de 160 empresarios, entre ellos, el presidente de Gasco, Matías Pérez Cruz, recordado por expulsar de la ribera del lago Ranco a tres mujeres que disfrutaban de una tarde veraniega, con la frase “Se me van, se me van a ir”. Quien al comenzar la ronda de preguntas pidió la palabra , mostrando su descontento con el actuar de Luksic, sin nombrarlo directamente, calificó el actuar de algunos empresarios como oportunista y moralino al proponer por redes sociales un sueldo de $500.000 mínimo para los empleados de sus compañías.
En la oportunidad el gerente de Gasco, indicó que en su empresa e nadie de su empresa ganaba menos de eso y añadió que a él no solo le preocupaba el sueldo, sino también el buen trato que debían recibir sus trabajadores.
En la instancia Rodrigo Hinzpeter, Gerente legal de Quiñenco, defendió la labor de Luksic y manifestó que no compartía los dichos de uno de los consejero, haciendo alusión a Pérez Cruz y que le parecía de una ignorancia y falta de respeto hablar de moralina y oportunismo, ya que este empresario había hecho un planteamiento para sus empresas, y que solo aquellas que lo pudieran acompañar lo hicieran.
Luego indicó que no le parecía que en Sofofa existiera una ley mordaza sobre los empresarios, que los obligara a no efectuar planteamientos para resolver una crisis tan profunda, a la espera de que el consejo adoptara una decisión unánime. Y añadió, según un presente en el encuentro, que le parecería interesante saber si ese consejero aplicaba el buen trato solo en su hora laboral, o también en su tiempo de descanso cuando echaba a las personas que ocupaban la playa aledaña a su casa, en referencia al Caso Pérez Cruz en el lago Ranco. Ahí subieron los decibeles.
El impasse no pasó a mayores y Hinzpeter pidió disculpas a los consejeros de la sofofa que pudieron sentirse incómodos, pero mantuvo sus dichos, para luego profundizar en el componente económico-social y político-institucional de la crisis que atraviesa Chile.
Este tipo de declaraciones realizadas por Pérez Cruz sólo generan más divisiones, y no se centran en las medidas que el mundo empresarial debe tomar para ayudar a un Chile más equitativo.
Como último punto es importante rescatar las declaraciones de Luksic en contra la violencia en las manifestaciones, situación que empaña las “legítimas demandas sociales expresadas en paz por millones de chilenos”.